Las clases de portugués para niñes fueron pensadas partiendo de lo lúdico.

El mundo mágico de la infancia, aproxima a aprender con imágenes, música, canto, historias, cuentos clásicos, teatro y mucha creatividad. 

La interacción en movimiento. Las clases son activas, se les pide que busquen objetos en la casa, que bailen, que lean. 

Un mundo de posibilidades diferente, para que el aprendizaje sea divertido, objetivo y placentero. 

El cerebro, en la segunda fase de la infancia está capacitado para aprender cosas nuevas, recibir información y adquirir conceptos de modo práctico y teórico. 

Aprender un nuevo idioma, en cualquier fase de la vida, ayuda a enriquecer lo cognitivo, aumentar la autoestima, y abre caminos siempre positivo